Una nueva Bauhaus en el horizonte para recuperar Europa
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La Unión Europea ha anunciado la creación de una nueva Escuela Bauhaus europea, como sujeto que guiará su ambicioso plan de recuperación socio-económica post Covid-19. Y tal y como ya lo hiciera, 100 años antes, aquella unión de profesores y alumnos de formación multidisciplinar decididos a rescatar a una Europa de entreguerras de su profunda crisis, la aplicación del «Diseño» como palanca transformadora resultará, nuevamente, decisiva en este nuevo horizonte. Un horizonte incierto sobre el que se quieren plantear soluciones innovadoras que promuevan una nueva economía circular y sostenible, a través de una nueva colaboración interdisciplinar. En el siguiente artículo, analizamos las razones por las que la UE rescata los principios revolucionarios de aquella Escuela holística que cambió las artes, los valores, los procesos creativos e influyó, también, en la creación en masa de nuevos productos en pos de una nueva sociedad.

«Next Generation EU»
Recientemente, la Comisión Europea ha presentado el “Plan de Recuperación Europea” («Next Generation EU»). Un Plan, sin precedentes, dotado de una cifra astronómica de 750.000 millones de euros para paliar los efectos de la Covid-19. En su presentación, sorprendió descubrir que el desarrollo de estas ayudas está vinculada a la creación de una nueva institución supranacional, inspirada en los principios de la Escuela Bauhaus, como palanca transformadora social y económica.
En su discurso inaugural sobre el estado de la Unión ante el parlamento europeo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, manifestó que «queremos crear un espacio de co-creación donde arquitectos, artistas, estudiantes, ingenieros y diseñadores trabajen juntos» tal y como lo promoviera 100 años antes la desaparecida Bauhaus, fundada por Walter Gropius en la República de Weimar de entreguerras.
Y tal y como hiciera en 1919 la escuela alemana que sentó las bases normativas y patrones del diseño industrial y gráfico actual, en este momento histórico a través de esta nueva Bauhaus europea se apuesta, nuevamente, por una nueva unión de los oficios y las artes trabajando, ahora, en favor de una economía circular y sostenible.
Las utopias de la Bauhaus
La presidenta Ursula von der Meyer aclaró que el Plan de recuperación del coronavirus “Next Generation EU” “no es sólo un proyecto medioambiental o económico: debe ser un nuevo proyecto cultural para Europa». Tanto es así, que coloca el Diseño, en su acepción más amplia, como elemento tractor de todas las acciones que de él se deriven. Apuntó que “necesitamos dotar a los cambios que vienen una estética identificable que unifique estilo y sostenibilidad».
El Plan acordado por los dirigentes de la UE, ha generado gran interés en cada uno de los países miembro. Sin embargo, la noticia sobre la creación de una nueva Bauhaus ha pasado desapercibida por la prensa generalista de nuestro entorno y solo los medios económicos internacionales, además de los especializados en el diseño, han reflejado esta impactante propuesta. Financial Times y Forbes, por ejemplo, destacan el importante papel del Diseño en esta anhelada transformación económica.
La creación de una nueva Bauhaus ha alimentado el debate de si las utopías generadas hace un siglo volverán a materializarse: una nueva forma de aprender, convivir, innovar… Y quizás, ¿un nuevo modelo social para afrontar la pandemia? Parece que el mito y la fuerza transformadora de la Bauhaus llega hasta nuestros días. Un mundo contemporáneo el nuestro que, por otra parte, no sería igual sin su influjo gracias a sus vigentes principios, tal y como defiende el arquitecto Norman Foster «100 años después los ideales de la Bauhaus son más relevantes que entonces».
El pasado 2019, se celebró el centenario de su fundación. En el siguiente documental referentes de la arquitectura, el diseño industrial, pensadores, etc. reflexionan sobre su legado e impacto por todo el mundo y en diferentes contextos. Sorprende comprobar su influencia.
100 años de la Bauhaus: diseño para la sociedad
El «Diseño» eje de la transformación socioeconómica
Esta apuesta por el Diseño, en su máxima expresión, como clave de bóveda de todas las iniciativas en favor de un modelo de economía circular y sostenible que inspirará el trabajo en común de expertos en distintas disciplinas, le confiere una dimensión que Escuelas como la Bauhaus (1919-1933) y, su heredera, la Hochschule für Gestaltung de Ulm (1953-1968) ya anticiparon durante el siglo pasado. La Unión, tratará de generar una renovación dentro de la UE a todos los niveles con incidencia en la economía, el medioambiente a través de este nuevo proyecto cultural inspirado en aquel ideal de profesores y alumnos como Paul Klee, Vasili Kandinski, Josef Albers, Marcel Breuer o Mies van der Rohe que soñaban con asentar las bases de una nueva sociedad, tras la devastación de la Primera Guerra Mundial.
Este papel que le otorga el Plan al Diseño como instrumento o forma en la que organizamos la sociedad, la economía, las empresas ya le fue reconocido en el ámbito empresarial con la Declaración de Diseño de Montreal, en 2017, donde se le atribuye “la capacidad para ofrecer una mejor calidad de vida” para todas las clases sociales.
El espíritu que sustentan las ambiciosas medidas de la UE, ha recibido una gran aceptación de entidades europeas del Diseño, como el Consejo de Asociaciones de Diseño (BEDA) que reúne a asociaciones de 25 países y que aplaude esta iniciativa de “co-creación y la colaboración a través de la arquitectura, el arte, el diseño y la ingeniería”. Los Planes de la UE suponen toda una declaración de intenciones porque la Bauhaus fue más que una escuela, fue parte de un ambicioso ideario en el que se demostró el papel del Diseño para la transformación de la sociedad. Innovadora, revolucionaria, transgresora, holística, estética, funcional… el legado de la Bauhaus es extenso, pues hasta los estándares del diseño digital beben de sus postulados.

Una nueva economía: función y estética
La Bauhaus que nació como un proyecto total de renovación pedagógica como base para la transformación de la sociedad burguesa, constató durante el auge de la fabricación a principios del pasado siglo, que los artículos para el hogar producidos en masa «eran sin arte ni alma». Entonces intervino creando muebles, electrodomésticos, incluso textiles elegantes y eminentemente funcionales, fabricables en masa. Esta apuesta de la UE por el Diseño como palanca transformadora, viene a recordar aquellos esquemas.
Esa misma circunstancia volvería a repetirse tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa reconstruye la industria incorporando el Diseño a los procesos de creación y producción de bienes de consumo. Ejemplo de ello, es la colaboración a partir de 1955, de alumnos de la Ulm reorganizando las estructuras y la gama de productos de la compañía Braun, poniendo productos innovadores al alcance de amplios sectores de una emergente clase media y creando nuevos paradigmas de “lifestyle” a través del Branding, sistemas de identidad visual corporativa, productos funcionales y estéticos y todo un Universo de Marca desconocido hasta entonces.
Sistemas para resolver problemas
Se desconoce hacia dónde irá esta propuesta de nueva Bauhaus, ya que está sin concretar ese espacio de co-creación (escuela física, alianza, plataforma digital…). Quizás se institucionalice como foro digital de colaboración, ya que el Plan apuesta por la digitalización como facilitadora, también, de formación. En cualquier caso, la apuesta internacional por políticas y estrategias de Diseño a todos los niveles, institucional o empresarial se vislumbra ya.
Para tratar de intuir cómo el Diseño puede provocar un cambio y generar una nueva economía, podemos fundamentarnos en uno de los ejes de la Bauhaus: la simplicidad. El “Menos es más” del arquitecto Mies van der Rohe. Este principio se extendía más allá de la simpleza de la forma (formas geométricas limpias y superficies elegantes por las que sus productos serían conocidos), para abarcar la función. Cada artículo debía estar impecablemente diseñado para que fuera fácil de usar por el consumidor. La idea de la Bauhaus de poner orden en algo muy complejo es aplicada, por ejemplo, por los productos de Apple. Sus iPhones prestan funciones complejas de forma simple y fácil de usar (conceptos tan en boga como «la experiencia de usuario» practican sus postulados). Y su solución estética recuerda, también y mucho, a los productos que la Ulm diseñó para Braun.
La Escuela Superior de Diseño Ulm, desarrolló aun más esta idea de su matriz, la Bauhaus: propuso un diseño de sistemas de ordenación para resolver problemas funcionales y estéticos de objetos de consumo. Así, entendiendo los sistemas como un conjunto de componentes racionalmente vinculados entre sí, articuló objetos que ordenan nuestras vidas: muebles, automóviles, la señalética de una urbe o un aeropuerto, la comunicación visual en informática o en telefonía, de entonces (y de ahora) están diseñadas como sistemas. Ejemplos de su influencia son los pictogramas de Apple o los sistemas de mobiliario por módulos de Ikea o las composiciones de logotipos por retículas, siendo Braun y Lufthansa pioneras en la materia.
Lo que hoy percibimos como una visión innovadora al escuchar propuestas sobre co-creación y colaboración entre ingenieros, matemáticos, diseñadores… para resolver problemas universales, es, como vemos, un postulado centenario.
Bauhaus y Ulm: dos escuelas para una nueva sociedad
Tanto el legado de la Bauhaus en el campo del Diseño, estableciendo un nuevo canon creativo universal con propuestas disruptivas en pedagogía, arquitectura, danza, pintura… donde alentaba la colaboración de artesanos, diseñadores y artistas a través de la experimentación, el aprendizaje y el disfrute, como la capacidad de la Escuela Ulm de aplicar todo ese talento en la industria de bienes de consumo, guían los nuevos vientos europeos.
Si la arquitectura, el diseño industrial, corporativo, la escultura… actual son herederas de estas Escuelas lo son, también, la forma de concebir el diseño y la fabricación de productos (aplicando la vertiente científica y matemática), los espacios comerciales, la creación de eso que llamamos «Universo de Marca» y su desarrollo a través del Branding.
El universo de Marca y diseño conceptual de firmas que hoy nos parecen innovadoras como Apple, Bang & Olufsen, Muji se fundamentan en las propuestas de estas dos escuelas. Como pronunciaba el Nobel de Literatura André Gide «Todas las olas del mar deben la belleza de su perfil a las que les precedieron y se retiraron».
En próximos artículos repasaremos las aportaciones de estas escuelas. La Bauhaus como iniciadora, en 1919, de un camino pionero de concepción artística hasta su desaparición en 1933 y, tras la Segunda Guerra Mundial, la Escuela de Ulm como heredera de sus planteamientos de entender el diseño como una actividad artística, pero estableciendo una metodología científica para posibilitar el desarrollo de proyectos dirigidos al mercado de consumo. Pasando del «diseñador artista» de objetos al «diseñador al servicio de la industria y la creación de marcas y productos».
Esperemos que la nueva Bauhaus europea impulse un nuevo proyecto estratégico y cultural a todos los niveles para afrontar los retos post-Covid.
¡Supondría una nueva gran ilusión!
